Me gusta hablar de tus besos
de las suturas que han dejado en mis costados,
de los sonidos que provocan tus labios al impactarme,
me gusta hablar a solas contigo,
pensar en la resurrección,
en el sexo,
en la inmoralidad que siempre
encuentro
en tu latido.
D
Me despertó el escalofrio que desprendía su ausencia,
debía tomar el teléfono y llamarla...
Decirle de forma resumida
lo que sucedia en este lado de mi mundo.
Escuche su voz entre dormida al séptimo tono:
“Nadie puede afirmar que no me acuerde de vos,
ni de esos ojos que solía mirar mientras dormías, ni de tu boca entreabierta atrapando los gemidos... "
Escuche entonces, el derrumbe de sus lágrimas,
una ola de cristales rotos formando oraciones…
debía tomar el teléfono y llamarla...
Decirle de forma resumida
lo que sucedia en este lado de mi mundo.
Escuche su voz entre dormida al séptimo tono:
“Nadie puede afirmar que no me acuerde de vos,
ni de esos ojos que solía mirar mientras dormías, ni de tu boca entreabierta atrapando los gemidos... "
Escuche entonces, el derrumbe de sus lágrimas,
una ola de cristales rotos formando oraciones…
Después,
Su voz y yo caímos en
un agujero profundo dando vuelcos,
Intentando escapar
por aquellas ventanas estrechas.
Nos reconocimos en el camino del deseo.
La simetría de su cuerpo desnudo...
Mi avidez.
Sus manos abarcando el infinito.
Las bocas intentando atrapar ese beso tan deseado...
Y el latido...
Seguía estando ahí.
Cuando nos detuvimos,
Corrí a la cama a
desenterrar tu cuerpo,
A sacarlo de entre
los besos tardíos,
Hacerlo nido junto al
mío,
Y yo, necesitaba
escuchar su voz
Volver del despojos a sentirme vivo