Extraño…
la música cuando me acuna
Como si fuera un acorde nacido del mar
Que se vaya diluyendo hasta las entrañas
y de improviso
amanecer en las orillas de tus piernas.
Extraño…
Una sola una voz
Que salga de alguna
garganta y me diga la simplicidad de las cosas
Que el latido retome en las arterias
Que afirme
que la existencia no está solo basada en hipocresías.
Extraño...
una
conversación amable
Una buena compañía,
Un café con un amigo al
que contarle la continuidad de los días;
La monotonía insondable del ser o del dejar de ser.
Extraño la falta de humanidad,
De comprensión,
De mínimo sentido de
la pluralidad,
De códigos que no se
rompen
De libertad sin
excusas que valgan,
De respeto,
De inocencia.
Extraño…
La infancia que no encuentro muchas veces
En muchos sacos rotos
de la avaricia y el despropósito.
Extraño el soneto y
la rima,
El verbo profundo y prolongado en el encabalgamiento de las
sonrisas
Los punto y suspensivos para los buenos acontecimientos
La posibilidad,
El callejón con
salida.
Un comentario sin
exceso de baba mal nacida,
La rutina diaria de
decirte Buenos días!
Un cielo azul,
Colgado del mango del
paraguas;
Extraño una coartada con salida,
Un pido y gancho.
Una rayuela donde el cielo no quede tan lejos
Extraño los acentos cuando
hacemos el amor
La esperanza de los
días por venir
Una buena vibra
Un rayo de luz
Un sol por la ventana.
Extraño el poema cuando estalla dentro,
Una luna llena...
Un gato con gata
aullando en los tejados más mojados
Un Dios para tantos ateos
Un Dios inocente para
tantos fanáticos…
Extraño la vida de otra manera
La vida que quizás muchos soñamos
La vida que merecemos….
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